Sunday 24 July 2016

Muestra 4



EVALUAR PARA APRENDER.

En la siguiente muestra he decidido centrarme en una tarea a realizar  en la asignatura de Evaluación impartida por el profesor Óscar Soler.

En primer lugar, a partir de la lectura de  la Síntesis de la obra de  Neus Sanmartí, 10 Ideas clave. Evaluar para aprender, debíamos seleccionar 2 de las 10 ideas clave que plantea la autora sobre evaluación, y que fueran más relevantes en nuestro contexto educativo. Seguidamente, teníamos que participar en el foro con los compañeros del grupo y discutir sobre los aspectos que cada uno considerase más significativos en el actual momento formativo.

¿Qué es la evaluación? Según el diccionario del Centro Virtual Cervantes,  se entiende por evaluación la acción educativa que implica siempre recoger información para juzgarla y en consecuencia tomar una decisión. No obstante, hay tantas definiciones de evaluación como concepciones de la misma. Las diferencias estriban en qué información se recoge y juzga; quién, cómo, cuándo y para qué la recoge y  juzga y, en consecuencia, qué tipo de decisión se toma. Para una definición más acotada del término, es preciso tener en cuenta que la manera de entender la evaluación de los aprendizajes varía sustancialmente según cual sea la teoría del aprendizaje en que se ampara el enfoque o método didáctico.




A continuación expongo las 10 ideas clave de la lectura y me centraré en las dos ideas que elegí en este caso para desarrollar la actividad además presentar  mi aportación en el foro teniendo en cuenta la retroalimentación de mis compañeros.

Neus Santmartí,  en su obra,  trata la evaluación como un instrumento de mejora de la calidad de la enseñanza abordando la vertiente teórica y práctica y aportando contenidos que refuerzan  la habilidad profesional de intervención en el aula.


1.  La evaluación es el motor del aprendizaje, ya que de ella depende tanto qué y cómo se enseña como el qué y el cómo se aprende.
2.  La finalidad principal de la evaluación es la regulación tanto de la enseñanza como del aprendizaje, tanto de las dificultades y errores del alumnado como del proceso de la enseñanza.
3.  El error es útil para regular el aprendizaje, conviene estimular su expresión para que se pueda detectar, comprender y favorecer su regulación.
4.  Lo más importante es aprender a autoevaluarse. Para ello es necesario que los alumnos se apropien: de los objetivos de aprendizaje, de las estrategias de pensamiento y de acción aplicables para dar respuesta a las tareas planteadas; y de los criterios de evaluación.
5.  En el aula todos evalúan y regulan, el profesorado y los compañeros, pero la evaluación más importante es la que realiza el propio alumno.
6.  La función calificadora y seleccionadora de la evaluación también es importante, y sus resultados dependen en buena parte de la calidad de la evaluación-regulación realizada a lo largo de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
7.  La evaluación sólo calificadora no motiva. En general, ni la evaluación en sí misma ni la repetición de curso si se suspende motivan al estudiante a esforzarse más en aprender, a no ser que le proporcionen criterios e instrumentos tanto para comprender sus errores y superarlos, como para reconocer sus éxitos.
8. Es necesario diversificar los instrumentos de evaluación. Dado que cualquier aprendizaje contempla diversos tipos de objetivos, es preciso que los instrumentos de recogida de información sean múltiples y variados. Y las estrategias para analizar los datos y promover la regulación deben favorecer la autonomía del alumnado.
9.  La evaluación externa de los aprendizajes de los alumnos puede ser útil para orientar la enseñanza. Pero para ello es importante que los instrumentos y métodos de evaluación aplicados promuevan prácticas de aula innovadoras.
10. Evaluar es una condición necesaria para mejorar la enseñanza. La evaluación debe proporcionar información que permita juzgar la calidad del currículo aplicado, con la finalidad de mejorar la práctica docente y la teoría que la sustenta.

Escoger 2 ideas entre las 10 anteriores no fue nada fácil,  ya que creo que todas y cada una de ellas son imprescindibles a tener en cuenta. Sin embargo, me centré en las ideas 3 y 4.

3.  El error es útil para regular el aprendizaje, conviene estimular su expresión para que se pueda detectar, comprender y favorecer su regulación.
De  los errores se aprende y estos son necesarios para todo proceso de aprendizaje. Si no hay errores que superar, no hay posibilidad de aprender.
En mi época de estudiante y, por lo que he podido leer con las aportaciones del foro, todos tenemos, en mayor o menor medida, un mal recuerdo de la forma en la que se nos corregía. Como indica Neus Sanmartí en su obra,  generalmente el “error‘”se tiende a considerar algo negativo, algo que el alumnado aprende a ocultar para no ser penalizado”.

Emocionalmente, no es lo mismo recibir exámenes y pruebas llenas de tachones, cruces, subrayados normalmente marcados en rojo y con un número como nota final y sin ningún comentario al respecto que recibir una prueba de evaluación marcada, y que nos haga recapacitar y pensar  sobre nuestro proceso de aprendizaje.
Con respecto a este tema  expliqué en el foro, y parece que tuvo bastante aceptación, la forma  en la que marco los errores a mis alumnos.
La forma de corrección que utilizo se denomina “hot marking”, es decir, se corrige producción del alumnado  en el mismo momento en la que se  está realizando. Tarea no fácil y costosa,  ya que no se puede acabar la actividad con toda la clase en el mismo día. Normalmente se necesita una semana, según el  alumnado y sus necesidades es solo posible trabajar con 1, 2 ó 3 alumnos a la vez.
En el momento en que el alumno acaba de escribir su frase, texto, números, etc., hay dos colores para  utilizar, el verde y el rosa. En este caso, el “Green” se asocia con “Great” y el “Pink”con la palabra “Think”. Se subrayan los logros positivos con verde y los errores en este caso en rosa. Pero no se le dice al alumno que está mal, sino que tiene que pensar cómo puede mejorar su producción. Se le puede ofrecer es este caso un modelo a seguir.
A continuación un ejemplo:
De esta forma trabajamos los puntos que expone Neus Sanmartí:
1.La evaluación, pieza clave en la comunicación entre alumnos y docentes.
No sancionamos el error en ningún momento, se considera como eje del trabajo colectivo. La clase no es silenciosa, en todo momento hay una comunicación oral e inmediata con el alumno, con lo cual el discente puede expresar sus ideas, ponerlas a prueba, además de identificar las incoherencias  y buscar otras formas de actuar.
2.Revisemos los errores.
Implicamos al alumno en la revisión de sus propios errores, ayudamos a los alumnos más dispersos a tomar conciencia de lo que han  hecho, y, como profesores, nos ayuda a delimitar  las dificultades de cada alumno personalmente.

4.  Lo más importante es aprender a autoevaluarse. Para ello es necesario que los alumnos se apropien: de los objetivos de aprendizaje, de las estrategias de pensamiento y de acción aplicables para dar respuesta a las tareas planteadas; y de los criterios de evaluación.
La autoevaluación, desde mi punto de vista, es   algo que parece muy simple y sencillo, pero que no todos hacemos y deberíamos hacer. Saber hasta dónde llegamos, cuáles son nuestros puntos flacos, qué nos puede ayudar a mejorar nuestro proceso de aprendizaje.
Como se nos indica en los materiales del módulo 4, todos los estudiantes pueden mejorar cuando manejan su proceso de aprendizaje y consiguen ser los propietarios del mismo. En otras palabras, una autoevaluación. En este caso no solo por parte del discente, sino también del docente.El profesor debe ayudar  al alumnado ofreciéndole los objetivos del aprendizaje (qué se va a trabajar) las estrategias de pensamiento (planificación de la acción), herramientas a utilizar (parrillas de autoevaluación, coevaluación , portfolios, rúbricas) y, por último, pero no menos importante,  ofrecer los criterios de evaluación que se van a emplear. Siempre debemos preguntarnos qué falla: el alumno o el método aplicado. En ambos casos hay una solución, sea ayudando y guiando  a nuestros o cambiando la planificación.

Debemos tener en cuenta  la edad y madurez de nuestros alumnos a la hora de   utilizar unas herramientas /fichas de evaluación u otras. En los niveles más bajos, con unas caras o un signo de ayuda, los propios alumnos pueden marcar aquello que conocen, en lo que todavía necesitan algún refuerzo o lo que no han conseguido aprender. Para los más mayores/adultos, si el profesor proporciona instrumentos de autoevaluación, será de gran ayuda en este proceso. En este caso deberá ser el docente quien deje bien claro que en primer lugar hay  que ser honesto. Si conocemos y aceptamos nuestros errores haremos una buena evaluación y aprenderemos, porque rectificar es de sabios.
¿Cómo podemos evaluar como profesores las competencias  lingüísticas  (comprensión, y la expresión y la interacción oral y escrita)? ¿Es posible autoevaluarse igualmente?
1.Comprensión oral: actividades de verdadero y falso, relacionar dibujos con producciones orales, conversaciones con los compañeros de clase, completar cuadros, ordenar información…
2. Comprensión escrita: Saber interpretar el significado del texto en  conjunto mediante resúmenes, opiniones personales, ordenar párrafos…
3.Expresión e interacción escrita: podemos realizar la corrección de un texto escrito solucionando y/o  los errores que los alumnos hayan producido.
4. Expresión e interacción oral: en este caso no sólo tenemos que tener en cuenta la capacidad y el domino de la lengua hablado que tienen los alumnos, sino también aptitudes personales, estados de ánimos, aspectos culturales. Para llevar a cabo dicha evaluación, podemos utilizar la observación directa, además de parrillas de observación.
En los 4 casos anteriores parece que la autoevaluación no es posible o más difícil en este caso, pero podemos diseñar y/o adaptar parrillas autoevaluativas , siempre teniendo en cuenta el nivel de lengua, el tipo de producción a evaluar, tipo de alumnado…
En conclusión, capacitar a los estudiantes a autoevaluarse “produce aprendices más activos y centrados, y más dispuestos a evaluar su propio progreso en términos de comunicación” (Harris, 1997:12)

No comments:

Post a Comment